RESUMEN DEL PROYECTO:
Evolución de marcadores epigenéticos, de inflamación y de permeabilidad intestinal en población celÍaca. Influencia de la dieta y el consumo de alimentos (ultra) procesados. El proyecto EPIGENCELIAQ.
Natalia Úbeda Martín1, Elena Alonso Aperte1, María Achón y Tuñón1, Ángela García González1, María Purificación González González1, Violeta Fajardo Martín1, Rocío de la Iglesia González1, Nuria Martínez Sáez1, Cristina Álvarez Martín1, Lidia Ángeles Daimiel Ruiz2.
1 Universidad San Pablo-CEU, Madrid. 2Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) en Alimentación, Madrid.

La Asociación ha entregado el XX Premio de Investigación sobre Patologías por Sensibilidad al Gluten/Trigo, convocado en 2023 y dotado con 18.000 €, en el XV Curso de Diagnóstico de la Enfermedad Celíaca, celebrado el 15 de noviembre de 2023 en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid). 

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Estudios realizados en niños y adolescentes con enfermedad celíaca (EC) que siguen una dieta sin gluten concluyen que el consumo de grasas (sobre todo saturadas), proteínas y azúcares sencillos está por encima de lo recomendado, mientras que la ingesta de fibra y micronutrientes como el hierro, el calcio y la vitamina D está por debajo de las cantidades recomendadas. De forma significativa está alterada la ingesta de folato, magnesio, zinc y productos con elevado índice glucémico.

En el caso de personas adultas con EC que siguen dieta sin gluten, se observa un consumo excesivo de grasas y proteínas, mientras que la ingesta de energía, hidratos de carbono y fibra es deficitaria. En general, las deficiencias de micronutrientes más comunes corresponden a las vitaminas B1, B2, B6, B9 (folato), B12 y D, y a los minerales calcio, hierro, magnesio, selenio y zinc.

Los productos ultraprocesados se caracterizan por su elevado contenido energético y pobre valor nutricional. Tienen un alto contenido en grasas saturadas y trans, azúcares simples, sal y aditivos, mientras que su contenido en fibra es bajo. Su consumo se ha incrementado en los últimos años, llegando a suponer el 27,2% de la ingesta energética diaria, y se asocia con el aumento de patologías crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, los productos específicos sin gluten suelen ser ricos en azúcares, grasas y sal, y deficitarios en fibra y proteínas, en comparación con sus equivalentes con gluten. Los productos procesados en la dieta sin gluten de niños y adolescentes con EC aportan el 25% de la energía diaria y casi un 20% de grasas, ácidos grasos saturados y sal.

A nivel biológico, la dieta en general, y los alimentos ultraprocesados en particular, tienen la capacidad de producir modificaciones epigenéticas, es decir, cambios en el ADN que afectan a la regulación de la expresión de ciertos genes y con ello modulan el riesgo de desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina, el cáncer o la EC. Las modificaciones epigenéticas más comunes son la metilación del ADN, la modificación de las histonas (proteínas estabilizadoras del ADN) y los microRNA (miRNA). Alteraciones en ciertos miRNA se han vinculado con la EC, afectando al metabolismo lipídico (involucrado en la regeneración del epitelio intestinal) y a procesos inflamatorios.

En el caso de la EC, la normalización de estas alteraciones una vez instaurada la dieta sin gluten no siempre se logra, y se desconoce si el tipo de alimentación influye en ello. Se sabe, por ejemplo, que dietas ricas en grasas y azúcares alteran los mecanismos de control de la ingesta de alimentos, contribuyendo al desarrollo de la obesidad. En cambio, la dieta mediterránea contribuye a la menor expresión de genes relacionados con la inflamación y el estrés oxidativo. Similar efecto tienen los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva, y los ácidos grasos poliinsaturados inhiben genes oncogénicos, ayudando a prevenir el cáncer.

El proyecto premiado se plantea evaluar si el tipo de dieta sin gluten, con alto o bajo contenido en productos ultraprocesados, repercute en la recuperación de las personas con EC. En concreto, se estudiará el efecto de estos productos sobre los elementos reguladores de la expresión génica miRNA y las consecuencias de ello en el estado inflamatorio del intestino y su grado de permeabilidad. El objetivo final es poder diseñar pautas de intervención nutricional personalizadas cuando no se produce la plena recuperación del paciente.

Para ello planean reclutar 60 pacientes con diagnóstico reciente de EC, tanto en edad pediátrica como adulta, y 60 sujetos como control. En ellos se evaluará el estado nutricional analizando diversos parámetros nutricionales. También los hábitos dietéticos mediante cuestionarios validados sobre adherencia a la dieta mediterránea e información relativa a la ingesta de ingredientes y aditivos, con un registro dietético de 3 días y un cuestionario de frecuencia de consumo de productos ultraprocesados y productos ultraprocesados sin gluten. En sangre se analizarán diferentes marcadores de inflamación así como elementos reguladores miRNA asociados a procesos inflamatorios influidos por la dieta. Y en heces se analizará la zonulina como marcador de permeabilidad intestinal. Todas estas valoraciones se realizarán al inicio del estudio, a los 6 meses y a los 12 meses.


Autor: Juan Ignacio Serrano Vela. Doctor en Biología. Servicio de Investigación de la Asociación.