RESUMEN DEL PROYECTO:
Papel de la infección como desencadenante de enfermedad celíaca activa.
Nicolás Navasa Mayo, África Sanchiz Giraldo, Leandro Rodríguez Aparicio,
Miguel Ángel Ferrero García, Francisco Javier Casqueiro Blanco, Honorina Martínez Blanco.
Universidad de León.
La enfermedad celíaca (EC) es un modelo único de patología con base inmunológica que muestra muchos rasgos de autoinmunidad. En ella, un agente proteico externo e inofensivo, el gluten, desencadena, en personas que tienen predisposición genética, una reacción inmunitaria adversa caracterizada por la generación de dos tipos de anticuerpos, unos dirigidos contra el gluten (antigliadina y antipéptidos desamidados de gliadina) y otros contra la enzima intestinal transglutaminasa tisular (antitransglutaminasa y antiendomisio), y por la destrucción (atrofia) de las vellosidades intestinales derivada de una inflamación de naturaleza citotóxica en la mucosa intestinal. Esta situación es la que se conoce como EC activa y solo se detiene si se evita el contacto entre el gluten y el sistema inmune intestinal.
Existe una forma de EC que podría entenderse como una fase temprana de la enfermedad, la denominada EC potencial, en la que es evidente la respuesta antigluten y antitransglutaminasa por la elevación en sangre de los anticuerpos correspondientes, pero en la que no se observa destrucción del epitelio intestinal, lo que indica que la reacción inflamatoria que lesiona el intestino no está actuando. De hecho, puede valorarse la opción de que las personas con EC potencial sigan consumiendo gluten mientras no presenten síntomas, a riesgo, eso sí, de que la EC potencial evolucione hacia una EC activa con daño intestinal, en cuyo caso la necesidad de hacer dieta sin gluten queda ya fuera de toda duda.
Esta frontera entre la EC potencial y la EC activa es la que da pie al presente estudio, que parte de la premisa de que el gluten no es suficiente para desencadenar la EC incluso en los casos en los que ya se ha producido una respuesta inmunitaria inicial, evidenciada por la elevación de los anticuerpos, y que para que continue el proceso patológico con la destrucción de las vellosidades es necesario algún factor adicional que es lo que se pretende investigar.
Existen sólidas evidencias de que las infecciones intestinales tienen un papel crucial en este fenómeno. De hecho, los mecanismos de citotoxicidad (destrucción) que se observan en epitelio intestinal durante la EC activa son muy similares a los que tienen lugar cuando el epitelio intestinal es infectado por algún agente patógeno. Y resultados preliminares del Plan Nacional Epidemiológico de la Enfermedad Celíaca, en el que participa el grupo solicitante y que ha permitido comparar entre sí la mucosa intestinal de personas sanas con casos de EC potencial y de EC activa, ha revelado la presencia de ciertos patógenos intracelulares en la mucosa intestinal de los pacientes con EC activa.
Para averiguar el papel de estos patógenos en la inducción de la atrofia vellositaria una vez que se ha producido la sensibilización frente al gluten van a experimentar con un modelo de ratones en los que se puede simular la EC. Serán sensibilizados frente al gluten y después los dividirán en 4 grupos: uno será alimentado con gluten, otro será infectado con los patógenos, otro será alimentado con gluten a la vez que infectado con los patógenos y un cuarto servirá como control, ni será alimentado con gluten ni será infectado con patógenos. Al concluir la intervención, se evaluará el estado de su mucosa intestinal y los principales marcadores de inflamación en cada grupo.
Este tipo de investigaciones son fundamentales para conocer bien el origen de la enfermedad y el papel de los diferentes factores ambientales con el objeto de poder diseñar estrategias de prevención que sean viables y resulten eficaces.
Autor: Juan Ignacio Serrano Vela. Doctor en Biología. Servicio de Investigación de la Asociación.